Una tarea de servicio público que se adapta a los cambios políticos, sociales o ideológicos. En muchas ocasiones sufren descrédito, persecución o muerte. Los poderes totalitarios desconfían de periodistas independientes y críticos.
Esta semana en México el periodista Javier Valdéz ha sido asesinado en la calle.A plena luz.
Leamos para honrar su memoria y reconocer su valentía:
La noticia en el PAÍS
El testimonio del periodista
#NoSeMataLaVerdadMatandoPe riodistas
“Pero tengo que escribir lo que veo y lo que escucho, tengo que levantar la voz para que sepan que el narco es una plaga, un devorador que traga niños y mujeres, devora ilusiones y familias enteras. Tengo que decirlo, con miedo y coraje, indignación y tristeza. Somos muchos los reporteros que buscamos la nota en plena incertidumbre, que tenemos claro que algún día un balazo puede llegar antes que nosotros: somos muchos reporteros indignados por el silencio que quieren imponer, por las mentiras oficiales, pues a diario vemos a personas a las que arrancaron a punta de chingadazos sus ilusiones, a mujeres con el beso ardiente de una granada en la boca, a jóvenes, casi niños, atascados de dolor y cocaína, vemos en las calles a sicarios y madres desesperadas, a comandos armados y padres de familia atascados en lodazales o encostrados a la orilla del mustio camino. Por eso tengo que escribir, tratar de rescatar la voz de tantas personas hundidas en la desesperación y una esperanza enferma”
Con una granada en la boca / Javier Valdez Cárdenas