La poeta y el asesino de Simon Worrall me ha parecido un estudio monumental, faraónico porque analiza con detalle la vida del falsificador Mark Hofman, los entresijos de las casas de subastas, los orígenes de la religión mormona, las técnicas antiguas y modernas en la falsificación de documentos históricos o artísticos. Merece relectura pausada y paladeo en los detalles.
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