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Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros. (Adolfo Bioy Casares)
Lengua
miércoles, 30 de marzo de 2022
martes, 22 de marzo de 2022
Literatura medieval.
La Edad Media comienza en el siglo V y acaba en el siglo XV
La literatura medieval comienza en el siglo X y concluye en el siglo XV.
Los primeros escritos en lengua castellana se denominan glosas Silenses y glosas emilianenses.
¿ Qué géneros literarios se cultivaron en este periodo?
a) Lírica primitiva : villancicos, jarchas y cantigas de amigo.
b) Poesía épica = mester de juglaría ( El Cantar del Mío Cid)
c) Poesía culta = mester de clerecía
Gonzalo de Berceo
Jorge Manrique
El marqués de Santillana
La narrativa
El infante Don Juan Manuel escribió El libro de Patronio
Lectura de "Mitos griegos"
La recopilación elaborada por la editorial Vicens Vives acerca los mitos griegos al alumnado.
Dedicamos una sesión semanal a la lectura compartida .
Consultemos el siguiente enlace
lunes, 21 de marzo de 2022
Leer a los clásicos en la escuela. Guadalupe Jover
Leer a los clásicos en la escuela
- Enseñar a leer a los clásicos es responsabilidad de la escuela. Hacerlo bien es, además, una cuestión de equidad. El debate no es si clásicos sí o no, sino cuáles, cuándo, y cómo leerlos.
Habrá que afirmarlo con rotundidad. Es responsabilidad de la escuela enseñar a leer a los clásicos. No solo mostrar que existen, que están ahí, sino desarrollar las habilidades de interpretación que permitan a los más jóvenes entrar en diálogo con ellos, disfrutar de ellos, conversar sobre ellos. El debate no es si clásicos sí o no, sino cuáles, cuándo, y cómo leerlos.
¿Qué clásicos? ¿Solo los de la literatura española? Esta reducción responde a la función encomendada a la escuela en el siglo XIX: la conformación de una conciencia nacional en la ciudadanía. Ahora bien, si los objetivos de la educación literaria son ahora otros —fomentar el hábito lector, desarrollar habilidades de interpretación y compartir un mapa de la cultura—, deberíamos preguntarnos si no es hora de ampliar el perímetro de lo que entendemos por clásico. ¿El Poema del Cid o la Ilíada? ¿Lope o Shakespeare? ¿Bécquer o Jane Austen? ¿Valle Inclán o Ibsen? ¿Las Sinsombrero o Wislawa Szymborska? Qué absurdo pensarlo en términos excluyentes. Qué privilegio tener tanto donde elegir. Qué inevitable renunciar a las pretensiones de exhaustividad.
En un mundo globalizado y mestizo, en unas sociedades y en unas aulas en las que conviven niñas y niños de las más diversas procedencias geográficas y culturales, no parece que tenga ya mucho sentido limitar la lectura de clásicos a los propios de la literatura nacional. Más aún cuando la lectura de muchos de ellos reclama unos peldaños previos que no podemos escamotear. Para llegar a Garcilaso, a Cervantes, a Galdós, habrá que haber aprendido a leer antes otras cosas. Habremos tenido que enseñar a leer otras cosas. Nadie empieza a correr inscribiéndose en una maratón. Huelga decir que ese renovado corpus escolar ha de estar atento a la incorporación de las mujeres, cuyas obras son hoy por hoy algo puramente testimonial en los currículos escolares.
¿Cuándo leer a los clásicos? ¿A partir de qué curso? La respuesta es sencilla: siempre. No hay un tiempo para la literatura infantil y juvenil y otro para la lectura de los clásicos. Ambos corpus pueden y deben coexistir desde el principio; también en las aulas. Quienes tienen hijas o hijos pequeños lo saben bien: los mitos griegos, las historias de la Ilíada y la Odisea, los cuentos de Las mil y una noches, las aventuras de Tom Sawyer o de los tres mosqueteros siguen teniendo un poder de seducción innegable a lo largo de los siglos. De lo que se trata, entonces, es de seleccionar los clásicos más adecuados a cada momento en función de la experiencia vital y de la experiencia lectora de los destinatarios, y de acertar con la mediación más apropiada.
La clave está por tanto en diseñar itinerarios de progreso articulados en torno a textos que queden un poco más allá del horizonte lector de los destinatarios, pero a los que se pueda acceder con una mediación acertada; textos con espesor artístico que ofrezcan ciertas resistencias, pero no tantas como para que sea imposible el diálogo entre textos y lectores. El criterio de selección y ordenación no puede ser entonces el cronológico, sino la complejidad misma de las obras: por su tema, su estructura, su lenguaje, su mayor o menor distancia cultural. Ahora bien, renunciar a la ordenación cronológica de los textos no supone, ni mucho menos, renunciar a la contextualización histórica de las obras que llevemos a clase.
¿Cómo leer a los clásicos, cómo estimular y acompañar su lectura en las aulas? El nuevo currículo, cuyo borrador está accesible en la página web del Ministerio, opta por recuperar la centralidad de la lectura en el aula —no solo de la lectura placentera y autónoma, aquella orientada a la consolidación de hábitos lectores, sino también de la lectura compartida y guiada de textos canónicos—. Opta, también, por inscribir esas “obras relevantes del patrimonio nacional y universal y de la literatura actual” en itinerarios temáticos o de género que atraviesen épocas, contextos culturales y movimientos artísticos, tal y como hacen las grandes pinacotecas del mundo o los ciclos de cine propuestos por plataformas, salas y televisiones. La lectura en contrapunto de unos textos y otros, de unas piezas y otras (plásticas, musicales, literarias, audiovisuales, multimodales, etc.) permite profundizar en sus elementos de continuidad y de ruptura, en las particularidades de sus códigos artísticos y su contexto de producción, en la especificidad de su lenguaje, al tiempo que permite trazar vínculos entre el ayer y el hoy, entre un legado cultural que consideramos valioso y el universo de experiencias biográficas y culturales de los más jóvenes.
No podemos dejar a solas a textos y lectores. Aligerar los currículos, renunciar a las pretensiones de exhaustividad en aquel infinito cabalgar por obras y autores, implica dedicar tiempo en el aula no solo a la lectura compartida y guiada, sino también —y al hilo de ello — a la conversación literaria. Aprender a relacionar los elementos constructivos de la obra con el sentido de la misma, a establecer vínculos con otras manifestaciones artísticas del mismo contexto cultural o de la genealogía de la tradición en que se inscribe, a movilizar la propia experiencia para establecer vínculos entre textos canónicos y producciones actuales no se hace estudiando y memorizando interpretaciones ajenas. La lectura compartida en clase debe recuperar espacios que se le han ido detrayendo; la conversación sobre lo leído debe prevalecer sobre el enfrentamiento individual al texto en exámenes o controles de lectura, y la construcción de itinerarios es preferible a la mera yuxtaposición de textos fragmentarios, en tanto que favorece la confluencia entre la lectura guiada y la lectura autónoma, entre el horizonte de las obras y el horizonte de los lectores.
Leer a los clásicos es, en fin, una cuestión de equidad. Apelar a la responsabilidad de las familias en la consolidación de hábitos lectores supone desconocer que no todos nacieron en hogares rodeados de libros. Para que haya libertad de elección es imprescindible estar en condiciones reales de elegir, disponer del conocimiento y las oportunidades necesarias para hacerlo. Para poder leer literatura hay que haber aprendido a leer literatura, hay que haber tenido acceso a la gran biblioteca colectiva de la Humanidad. Porque, dicho en palabras de Ana María Machado: “Cada uno de nosotros tiene derecho a conocer —o al menos a saber que existen — las grandes obras literarias del patrimonio universal […] Varios de esos contactos se establecen por primera vez en la infancia y la juventud, abriendo caminos que pueden recorrerse después nuevamente o no, pero ya funcionan como una señalización y un aviso: `Esta historia existe… Está a mi alcance. Si quiero, sé dónde ir a buscarla´”.
Y para ello, la colaboración —planificada y sostenida— entre docentes y bibliotecas escolares es imprescindible. Es responsabilidad de la Administración educativa apostar por la formación docente en las didácticas específicas y por la vertebración de una sólida red de bibliotecas escolares. Pero entre tanto, a cuantos colegas deseen, como yo misma, aprender de los que saben, les invito a leer a Teresa Colomer, a Mireia Manresa, a Felipe Munita, y a todos los profesionales vinculados al grupo Gretel (Grupo de Investigación de literatura infantil y juvenil y educación literaria de la Universitat Autònoma de Barcelona), referencia inexcusable en la didáctica de la literatura.
C.LGA. Léxico culto. 3º y 4º ESO
C. LENGUA Léxico culto ( ver fotocopia)
1. Elabora una cuadro que incluya SUSTANTIVOS /ADJETIVOS/ VERBOS extraídos de la fotocopia.
2. Construye oraciones compuestas que incluyan la siguientes palabras:
execrable. Sin lugar a dudas se considera una conducta execrable ofender y humillar a una persona más débilexhumar La juez decidió exhumar el cadáver para realizar una nueva autopsia.
exonerar Aquel político fue exonerado de su responsabilidad.
extrapolar. Los resultados municipales de las elecciones se pueden extrapolar a los autonómicos.
extravertido.
exánime
exiguo
escrutinio
esgrimir
escarnio
estertor
"El don de Ariadna" de Nando López
Lectura de "El don de Ariadna " de Nando López.
Antes de la lectura
Contesta las preguntas siguientes:
1. Describe la edición del libro: portada e ilustraciones. ¿ qué personajes mitológicos detectas ?
2. Tras leer el título y la contraportada. ¿a qué género literario pertenece? ¿ conoces otros libros que coincidan con la temática? ¿ y películas o series ?
Enlaces de interés
https://nandolopez.es/el-don-de-ariadna/
https://www.biografiasyvidas.com/obra/odisea.htm
https://www.rtve.es/play/videos/la-aventura-del-saber/aventuranando8/4477804/
https://ecat-server.grupo-sm.com/ecat_Documentos/ES206005_13248.pdf
- Describe los rasgos esenciales de los Rastreadores.
- ¿ Dónde se inicia el relato?
- ¿ Para qué crees que entrena Ariadna ¿ quién denomina "nuestro juego" al don?
- ¿ consideras convencional o sencilla la vida familiar de Ariadna? ¿ por qué ?
- ¿ Cómo concluye el capítulo?
Resumen
miércoles, 16 de marzo de 2022
lunes, 14 de marzo de 2022
"Mi gran pasión"
El concepto "pasión" no resulta especialmente sencillo porque las interpretaciones subjetivas se apoderan de la definición.
Veamos la entrada en el diccionario de la lengua española.
Pasión (sustantivo abst) Del lat. passio, -ōnis, y este calco del gr. πάθος páthos.
1. f. Acción de padecer.
2. f. por antonom. pasión de Jesucristo.
3. f. Lo contrario a la acción.
4. f. Estado pasivo en el sujeto.
5. f. Perturbación o afecto desordenado del ánimo.
6. f. Inclinación o preferencia muy vivas de alguien a otra persona.
7. f. Apetito de algo o afición vehemente a ello.
8. f. Sermón sobre los tormentos y muerte de Jesucristo, que se predica el Jueves y Viernes Santos.
9. f. Parte de cada uno de los cuatro Evangelios, que describe la pasión de Cristo.
Conviene reflexionar sobre qué sentido le otorgamos individualmente para compartirlo con los demás compañeros y compañeras.
Completemos este esquema para clarar cuál es nuestra pasión .
Mi gran pasión.
La lectura: ventana y espejo.
1. Breve presentación.
Adjetivos referidos al carácter y al físico ( mirar hoja descripción )
Me llamo Puri .Trabajo como profesora de lengua castellana en Castelldefels.
Me identifico con la acepción número 6 del concepto pasión. Aunque matizaría "preferencia muy viva hacia una actividad"
Considero mis pasiones: la lectura, el cine , los viajes, la compañía de mis personas favoritas. Sin embargo, escojo la LECTURA.
2. Explicación (¿ Dónde, cuándo, quiénes, qué, por qué? )
Empecé a leer en una casa donde no había libros. Mis padres apenas saben leer .
Los sábados por la mañana acompañaba a mi madre al mercadillo.En medio de los puestos de ropa , de frutas, de productos de limpieza yo veía el de los libros. Rojos y dorados se apilaban ordenadamente en aquellos travesaños de madera. Me llamaban.
Mi madre siempre me concedía este regalo. Siempre.
Empecé leyendo novelas románticas "Rosine. Belle de París" "Catherine. Largo camino para un amor" pero pronto se cruzaron en mi vida obras clásicas: Los Miserables, Los siete pecados capitales o Don Quijote de la Mancha.
Leía porque entraba en mundos desconocidos de la mano de palabras desconocidas. Compañera, amiga, refugio, faro...
Conclusión
Explica los motivos por los que recomiendas tu pasión.
miércoles, 9 de marzo de 2022
Malditismo y bohemia.
Simbolismo y modernismo
1867. Muerte de Baudelaire y nacimiento de Rubén Darío
Muere Charles Baudelaire en París, padre de la poesía moderna europea.
A partir de Baudelaire surgen varias tendencias poéticas, que coinciden en la búsqueda imposible de un ideal de belleza perfecta:
- Parnasianismo (Leconte de Lisle, Th. Banville, J. M. de Heredia): defiende un ideal poético que, como contraposición al romanticismo, se caracteriza por la impasibilidad y el clasicismo.
- Decadentismo (I. Ducasse, Ch. Cros): movimiento rebelde y esteticista, que adopta el dandismo y la bohemia como actitud vital y se evade hacia lo irracional, lo misterioso o lo exótico.
- Simbolismo (J. Laforgue, J. Moréas, E.Verhaeren): representa una fase posterior, de mayor reflexión poética. La lírica se concibe como expresión de sugerencias sensoriales (forma, música, color, efectos visuales), mediante la metáfora, la sinestesia, el verso libre, etc.
- En1867 coinciden las biografías de Charles Baudelaire y Rubén Darío. Explica las semejanzas profesionales y personales.
- Define dandismo, bohemia y malditismo ¿ qué autores se incluyen en esa categoría?¿ por qué motivos?
RESUMEN El poeta se siente nostálgico y buscando tranquilidad se marcha al jardín. Allí, al mirar al cielo, se encuentra con Venus a quien va a identificar con un jazmín incrustado en ébano y con una reina oriental que espera a su amante. El alma enamorada del poeta desearía encontrarse con ella y fundirse en éxtasis amoroso, pero este deseo parece que no va a cumplirse. TEMA El amor imposible. ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS En los serventesios el autor nos sitúa temporal y espacialmente (en la noche y en el jardín) y nos presenta a su amada transformada en jazmín y en una diosa oriental. En la estrofa siguiente y en el primer verso del último terceto el poeta habla con su amada de los anhelos amorosos que despierta en su alma de enamorado. El clima de belleza, de idealismo se rompe en los dos últimos versos en los que ese amor no parece que vaya a ser correspondido por Venus. COMENTARIO Ya desde el título observamos el carácter modernista del poema al hacer referencia a la mitología clásica; según ésta, Venus es la diosa del amor y de la belleza, y ambos temas están presentes en el texto. El uso de la mitología es una influencia parnasiana. Se trata de un soneto, pero innovador, como corresponde también al Modernismo, en vez de utilizar versos endecasílabos, usa heptadecasílabos; en vez de cuartetos, serventesios; incluso en alguno de los versos hay que contar una sílaba menos en el final del hemistiquio por ser esdrújula (ébano, díjele). Recordemos que los poetas modernistas preferían los versos largos y dividían éstos en hemistiquios. La musicalidad, herencia simbolista, podemos percibirla en el uso de rimas agudas y esdrújulas (jardín , jazmín, camarín, palanquín, crisálida, pálida, cálida, amar, mirar) o en el empleo de la anáfora existente en los tres primeros versos y en los versos décimo , undécimo y duodécimo. En el primer serventesio el poeta nos describe un lugar ideal: un jardín en silencio, tranquilo y fresco; una noche serena; una diosa, Venus, transformada en jazmín. Estamos ante una literatura de los sentidos: el jazmín evoca el perfume, pero además está ennoblecido con la comparación “como incrustado en ébano” y por los adjetivos “dorado y divino”. La única nota disonante es el alma del poeta que siente amargas nostalgias. En esta primera estrofa es notable la influencia romántica: la noche, la nostalgia, sólo la luna ha sido cambiada por Venus. En los cuatro versos siguientes aparece el exotismo, Venus se transforma en una reina oriental, que es transportada en su palanquín; y el erotismo: espera a su amante. Todo es producto de su imaginación, de su alma enamorada que busca en la realidad símbolos de otra realidad oculta por influencia del simbolismo. En el primer terceto y en el primer verso del siguiente el poeta nos describe a su amada “rubia, con labios de fuego –de nuevo el erotismo- y con frente pálida. Su alma se identifica con una mariposa que desearía dejar la crisálida para poder besar los labios de su amada y para fundirse en siderales éxtasis con ella. Hay que destacar la innovación de la imagen, el éxtasis sería sideral puesto que el poeta está enamorado de una estrella. En los dos últimos versos la realidad (el aire fresco de la noche) viene a sacar al poeta de su ensimismamiento: Venus lo mira desde el abismo con ojos tristes, sabiendo que ese amor es imposible de consumar. En resumen, el poema responde plenamente al Modernismo, tanto por la métrica como por la abundante adjetivación- casi todos los adjetivos son explicativos- por el exotismo, por la mitología, por la musicalidad o por la abundancia de figuras retóricas (comparaciones: “como incrustado en ébano…”, “una reina oriental parecía”; metáforas: “mi alma quiere dejar su crisálida”, “tus labios de fuego besar”, “en siderales éxtasis”; personificaciones: “callado jardín”, “Venus recorre triunfante el cielo” , “Venus me miraba con triste mirar”; anáforas en los versos 1º, 2º y 3º y en 10º, 11º y 12º). Se corresponde con la etapa de Modernismo más exterior, más brillante de Rubén. |