A finales de los años viente un grupo de jóvenes artistas atraviesa sin sombrero la Puerta del Sol. Saben que les lloverán piedras e insultos . Desde la provocación y la ligereza actúan sin miedo. La transgresión está servida. Se esconden el el metro y ríen. Desconocen que se acercan tiempos de sombra: la guerra, el exilio. La gloria para ellos, para ellas el olvido.
Y así ha sucedido. Mujeres inteligentes, valientes y sensibles cubiertas por el velo del tiempo. En Alejandría la filósofa Hipatia sucumbió ante la cobardía y el fanatismo. En los reinos peninsulares las doctae puellae osaron leer y expresar sus pensamientos. En Inglaterra las primeras sufragistas sufrieron el escarnio y el encarcelamiento. En el mundo , científicas, artistas, políticas fueron silenciadas.
Sin embargo hoy sí nos quitamos el sombrero. Admiramos y respetamos a estas mujeres talentosas.Ya forman parte del torrente de nuestra sangre todas aquellas que leímos y nos abrieron un mundo. Lucharon contra los prejuicios y doblegaron el tiempo obtuso. En las aulas aún resuena el eco de sus voces, aún arde el fuego de su sabiduría.
En definitiva, homenajeamos la osadía de Maruja Mallo y Margarita Manso en su paseo a cabeza descubierta. Pero me permito un apunte personal para rendir tributo a la generosidad de mujeres cercanas que siembran bondad y determinación en el corazón de quienes las conocen. Así mis compañeras del Colegio Sant Ferran, trabajadoras infatigables y cuidadosas. Así mi madre, porque me condujo a la literatura " que ha sido, y es, el faro salvador de muchas de mis tormentas" tal y como dijo Ana María Matute. Así a mis hijas, por tanto, por todo.
Para saber más:
LINDO. Elvira. 30 maneras de quitarse el sombrero. Ed. Seix Barral.
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