Lengua

jueves, 7 de septiembre de 2023

La objetividad y la subjetividad en los textos.

LA EXPRESIÓN DE LA OBJETIVIDAD Y LA SUBJETIVIDAD EN LOS TEXTOS


Decimos que un texto es objetivo cuando el autor se limita a informar sobre algo, sin expresar su opinión personal ni mostrar sus sentimientos. Por el contrario, en un texto subjetivo el autor  muestra su  opinión, ideas y sentimientos.


La objetividad o subjetividad de los textos se pone de manifiesto a través de una serie de procedimientos lingüísticos que veremos a continuación.


PROCEDIMIENTOS LINGÜÍSTICOS PARA EXPRESAR OBJETIVIDAD

Clases de oraciones

  • Predominio de la modalidad enunciativa.

Modos, tiempos y personas verbales

  • Empleo del modo indicativo.

  • Presencia del presente atemporal o gnómico, que sirve para expresar realidades que no están sujetas al paso del tiempo, como juicios de valor universal, leyes científicas, refranes, etc.

  • Predominio de la 3ª persona verbal.

Léxico

  • Predominio de palabras con su significado objetivo o denotativo.

  • Empleo de adjetivos especificativos.


PROCEDIMIENTOS LINGÜÍSTICOS PARA EXPRESAR SUBJETIVIDAD. LA MODALIZACIÓN

La modalización es un rasgo que está relacionado con la subjetividad del texto y que se manifiesta a través de distintas marcas lingüísticas con las que el emisor manifiesta su actitud o postura personal respecto a lo que está diciendo. Estos elementos lingüísticos reciben el nombre de modalizadores. De ahí que se diga que un texto está modalizado cuando es muy subjetivo. 


Por lo tanto, los modalizadores son característicos de los textos con un marcado carácter subjetivo, como es el caso de los textos argumentativos.

Clases de oraciones

En los textos con una marcada carga subjetiva suelen aparecer modalidades oracionales distintas a la enunciativa: oraciones interrogativas, exclamativas, exhortativas o imperativas, dubitativas y optativas o desiderativas.

Deixis 

La deixis consiste en utilizar algunos elementos gramaticales que hacen referencia a la 1º o a la 2ª persona del singular o del plural. Estos elementos gramaticales (llamados deícticos) pueden ser pronombres personales, determinantes y pronombres posesivos, desinencias verbales, etc. Y dependiendo de si se refieren a la 1ª persona (emisor) o a la 2ª persona (receptor), podemos hablar de dos tipos de deixis:  la deixis personal y la deixis social:


  • La DEIXIS PERSONAL aparece en el texto cuando el autor o la autora se incluye en él de manera explícita a través de  pronombres personales en 1ª persona (yo, me, mí, conmigo), determinantes o pronombres posesivos en 1ª persona (mi, mío, mía, míos, mías) y/o morfemas verbales en primera persona del singular. Además, en determinadas ocasiones, el autor puede emplear el pronombre indefinido “uno/-a” para referirse a sí mismo. O utilizar el plural de modestia, es decir, esconderse tras la 1ª persona del plural para reducir su implicación en lo afirmado (Como hemos visto…). O el plural inclusivo (también llamado asociativo), con el que el emisor trata de implicar al lector de manera afectiva mediante el uso de la 1º persona del plural (Somos nosotros quienes tenemos que hacernos cargo de…).


  • La DEIXIS SOCIAL se relaciona con el uso  del “tú “ y del “vosotros” (2ª persona) o con la fórmula de cortesía “usted” o “ustedes”. 

Léxico valorativo

Dentro del léxico valorativo se incluyen todas aquellas categorías gramaticales (sustantivos, adjetivos, verbos, adverbios…) que tienen como objetivo valorar positiva o negativamente una determinada realidad.


  • Sustantivos. De entre todos los que aparezcan en el texto,  hay que seleccionar aquellos que muestren un claro matiz valorativo, tanto positivo como negativo: alegría, horror, odio… En ocasiones estos sustantivos se acompañan de morfemas derivativos que expresan afecto o desafecto: personajillos, ordenadito

  • Adjetivos. Su presencia en los textos suele ser menor que la de los sustantivos pero, en cambio, muestran los matices de subjetividad de una manera mucho más clara. Ejemplos de adjetivos valorativos son, por ejemplo, terrible, abominable, fantástico

  • Verbos: desear, entristecer, amar

  • Adverbios de modo y locuciones adverbiales que expresan la actitud o la postura del emisor. En estos casos los adverbios y locuciones adverbiales afectan no sólo al verbo sino a todo el enunciado: lamentablemente, por suerte, evidentemente, sin duda, ojalá

Signos de puntuación y recursos tipográficos

También se puede poner de manifiesto la subjetividad de un texto mediante la utilización de determinados signos de puntuación y recursos tipográficos como los siguientes:  


  • PUNTOS SUSPENSIVOS. Su uso como modalizador aparece, por ejemplo, en los casos en los que se manifiesta duda o temor (No sé si lo haré… No sé), cuando sirven para dejar el enunciado en suspenso para así provocar  el interés del lector (Estuve con él la semana pasada…  Pero no quiero hablar de ello) o cuando se utilizan para evitar reproducir expresiones malsonantes o inconvenientes (¡Será hijo de …!).


  • PARÉNTESIS. Su uso como modalizador se produce cuando se emplea para introducir una nota subjetiva. Ejemplo: Tu mujer (que es una histérica) nos ha estado gritando toda la tarde.


  • RAYA. Puede servir también para introducir una nota aclaratoria o subjetiva. Ejemplo: Todos los presentes –incluso aquellos que se mostraban más reacios al principio– han salido encantados de la reunión


  • COMILLAS. Además de para introducir citas textuales, las comillas pueden emplearse también como elemento modalizador cuando, por ejemplo, se utilizan para remarcar algún término que al autor le interesa, bien porque la expresión es vulgar, bien porque procede de otra lengua, o bien porque se utiliza irónicamente o en un sentido distinto al habitual. Ejemplo: Parece que le va bien con sus “amigos”.

Otros procedimientos de modalización

  • VERBOS MODALES Y PERÍFRASIS VERBALES. Los verbos modales expresan las opiniones, creencias e incluso estados de ánimo del autor (creer, pensar, opinar, dudar, preocupar, entristecer, alegrar…). Y determinadas perífrasis verbales también informan sobre la actitud del hablante, como es el caso de las perífrasis de obligación (tener que + infinitivo; deber + infinitivo; haber de / que + infinitivo), las de posibilidad o probabilidad  (poder + infinitivo; deber de + infinitivo; venir a + infinitivo) o las  de duda (deber de  + infinitivo).


  • Empleo de determinados MORFEMAS DERIVATIVOS. Existen determinados morfemas diminutivos, aumentativos o despectivos capaces de transmitir la actitud del hablante. Ejemplos: diminutivos afectivos (pobrecito), aumentativos (cabezota) o despectivos (pueblucho, amigote).


  • En ocasiones, el autor se vale de determinados RECURSOS TIPOGRÁFICOS (letra negrita, cursiva o letras mayúsculas) para llamar la atención sobre una palabra,un sintagma o una expresión y enfatizar así el mensaje. Ejemplo: Ellos NUNCA lo harían.


  • En algunos textos argumentativos de marcado carácter subjetivo, el autor puede servirse de la IMPERSONALIDAD de manera intencionada con el propósito de generalizar y convencer al receptor de la validez de sus argumentos. Por ejemplo, mediante el empleo de construcciones con se (se dice, se afirma…) o de construcciones formadas por ser, hacer o haber en 3ª persona (es pronto, hace calor, hay mucho por hacer…).


  • Los ELEMENTOS CUANTIFICADORES también tienen un claro componente subjetivo en la medida en la que intensifican la valoración personal que realiza el autor con respecto al tema tratado. Son elementos cuantificadores los adverbios de cantidad (mucho, poco, demasiado, algo…) o los determinantes y pronombres que indican cantidad (muchos, pocos, demasiados, nadie…). También determinados pronombres derivativos (hiper-, super-, mini-, ísimo) se incluyen dentro de los cuantificadores.


  • Aparición de MODIFICACIONES ORACIONALES, es decir, adverbios o locuciones adverbiales que modalizan una oración entera. Por ejemplo, expresiones como afortunadamente, por desgracia, por suerte, por supuesto, sin duda, sin lugar a dudas


  • Asimismo, los CAMBIOS DE REGISTRO LINGÜÍSTICO le confieren al texto una gran carga subjetiva. Este procedimiento es muy frecuente en los textos argumentativos pertenecientes al ámbito de los medios de comunicación (artículo de opinión y columna) en los que, junto al registro estándar, irrumpen coloquialismos, e incluso vulgarismos, con los que el autor pretende acercarse al lector y conseguir su implicación y complicidad.


  • Son varias las FIGURAS RETÓRICAS O LITERARIAS que puede emplear el autor o la autora no solo para manifestar su voluntad de estilo sino también para provocar extrañeza del lector y llamar su atención.. Así, el emisor puede utilizar metáforas, símiles, personificaciones, hipérboles, antítesis, ironías… de gran valor expresivo.


itziarlopez@irakasle.eus

www.entornoalalengua.com

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